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Voto migrante: un camino hacia la inclusión en Chile

Diego Chaparro

Diego Chaparro

Coordinador de Proyectos

Centro de Políticas Migratorias

El Mostrador, 24 de octubre de 2024

Considerando las últimas elecciones, la participación política de los migrantes sigue siendo baja, en parte debido a la falta de información y la exclusión que muchos sienten, al no ser considerados parte plena de las comunidades locales.

Este fin de semana la ciudadanía nuevamente tiene una cita en las urnas. Las autoridades locales que elijamos, como alcaldes, concejales, gobernadores y consejeros regionales, juegan un papel clave en la gestión de la migración en nuestras ciudades. Los municipios son el primer lugar donde los migrantes buscan apoyo.

Sin embargo, un estudio reciente señala que el 87% de los funcionarios municipales cree que hay una desconexión entre las políticas migratorias nacionales y las locales, lo que afecta la capacidad para gestionar estos flujos de manera adecuada, haciendo urgente fortalecer la planificación y los recursos disponibles en los territorios.

Estas elecciones, más allá de ser un ejercicio democrático, representan una oportunidad para abordar uno de los desafíos más apremiantes que enfrenta el país: la integración de la creciente población migrante.

Chile ha experimentado un crecimiento del 25% en su población migrante en los últimos cuatro años. Las ciudades del norte, como Arica, Iquique y Antofagasta han sentido un impacto mayor, enfrentando demandas crecientes en servicios básicos como salud, educación y vivienda. Este aumento de la población extranjera se ha traducido en el alza del padrón electoral, donde los electores migrantes representan el 5,1%, es decir, 786.446 personas habilitadas para votar a nivel nacional.

En cuanto al peso del voto de personas migrantes a nivel regional, el 66% del padrón se encuentra en la Región Metropolitana, lo que representa un 8,6% del padrón regional total, mientras que en Arica y Parinacota tiene un peso de un 8,8% del padrón total, en Tarapacá un 15% y en Antofagasta un 13,4%. A nivel comunal, en Santiago, el peso relativo alcanza un 33%; en Independencia, 32%; y en Estación Central, 21%.

En esta línea, un ámbito fundamental para la cohesión y la integración social de las personas migrantes tiene relación con el ejercicio de los derechos civiles y sociales que les son reconocidos por la sociedad de acogida. Elegir autoridades comprometidas con políticas inclusivas puede mejorar la convivencia y la integración y evitar que en Chile se reproduzcan malas experiencias vistas en otros países.

Por ello, tener autoridades locales y regionales que sean conscientes del impacto de la migración e impulsen iniciativas que promuevan la integración económica, la inclusión en los servicios públicos y la convivencia cultural es un factor clave para mitigar tensiones sociales y construir comunidades más cohesionadas. Estas experiencias han mostrado que, cuando los gobiernos locales implementan políticas proactivas, la integración es más exitosa y las tensiones sociales disminuyen.

Considerando las últimas elecciones, la participación política de los migrantes sigue siendo baja, en parte debido a la falta de información y la exclusión que muchos sienten, al no ser considerados parte plena de las comunidades locales. Por lo mismo, aún queda mucho que avanzar en la integración y participación de la comunidad migrante en la vida cívica del país, lo que es un desafío y a la vez una gran oportunidad para construir una comunidad más cohesionada.

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